viernes, 29 de junio de 2007

Ahora que lo sabes, ¿todo sigue igual?

- Ahora que lo sabes,
¿todo sigue igual?

¿Debería cambiar algo?
¿Debería ser diferente?
Quizás sí.
Quizás para la mayoría sería todo diferente.
¿Y para mí?
¿Es diferente por mí?
¿Qué pienso yo?

- Mmmmm...
No lo sé...

No, no es diferente,
todo sigue igual.
Siento lo mismo.
Amo igual.

- No... Igual, no.
Amo más.

Por lo tanto...
sí que es diferente,
no?

Pero en realidad...
es una mezcla de sentimientos,
algunos de contrarios.
Es un ir y venir.
Es un sí pero no.
Es un no pero sí.

Quiero que todo siga igual...
pero ya nunca nada podrá ser igual.

- Ahora lo sé.

14 de junio de 2007.

Esta semana cantarán las voces de nuestro corazón

Todo está a punto. Tras mucho tiempo de preparación, de muchos ensayos, de buscar soluciones a los problemas surgidos, de esperar impacientes la fecha señalada, ... esta semana cantarán las voces de nuestro corazón. Cantarán cuando al fin estemos el uno frente al otro; cantarán cuando una sonrisa se dibuje en nuestros labios; cantarán al cruzarse nuestras miradas; cantarán al escuchar un “hola” deseado y anhelado; cantarán al notar el calor de nuestros cuerpos entre los brazos al abrazarnos; cantarán al sentir el latido que será la melodía más bella que hemos podido escuchar... Sí, el latido será la melodía que cantarán las voces de nuestro corazón. Melodía de un reencuentro.

7 de junio de 2007

jueves, 21 de junio de 2007

Ángel

(Autor del cuadro: Estanis Aboal, septiembre de 2005)
*
Las alas caídas...
La mirada en el horizonte...
El libro en blanco...
La tinta de la pluma se seca...

¿A que esperas?
¿Porqué no emprendes el vuelo?
¿Porqué no escribes?
¿Quizás dudas?

¡No puedes hacerlo!
¡Eres un ángel!
Quizás el ángel de la guarda...
¡Quizás mi ángel de la guarda!

Y si tú dudas,
tú que tienes la misión de velar,
¿cómo hacer para dejar las mías,
mis dudas,
de lado?

Ei, ángel:
la inspiración te puede llegar
cuando menos te lo esperas.
*

21 de junio de 2007


domingo, 10 de junio de 2007

Muy lentamente

Avanzo,
muy lentamente,
hacia el final del túnel.
Hacia la luz,
como dirían algunos.
Avanzo casi sin ánimo.
Pero avanzo.
Siempre adelante
pero mirando de vez en cuando
atrás.
Es bueno mirar atrás.
No se puede olvidar el pasado.
No este pasado,
es parte de todo lo que soy.
Porque todavía sigue siendo presente.
Es demasiado reciente.
Todavía lo siento
en la piel.
Forma parte de mí.
Formará parte de mí
pese a salir del túnel.
Experiencia de vida.

Avanzo,
muy lentamente,
con paso pesado.
Tardaré en llegar.
Si quieres puedes esperarme
para después seguir a mi lado,
a mi paso.
Y si tienes prisa,
te deseo un buen camino.
Eres pasado, eres presente y,
quizás,
serás futuro.

Muy lentamente,
avanzamos.

31 de mayo de 2007.

lunes, 4 de junio de 2007

Un rato para meditar

Un rato para meditar.
Para pensar.
¿Rezar?
Hablar con Dios.
Tomar una copa.
Bailar.
Hacer ioga.
Olvidarte de llamar a quien debes llamar.
Escribir.
Escribir un poema.
Escribir una carta.
Escribir detrás la puerta del water.
Cantar.
Visitar a un amigo.
Visitar un museo.
Cine.
Teatro.
Ordenar los libros por orden alfabético.
Cortarse las uñas.
Comer.
Comer helado.
Mucho helado.
Y un batido de fresa.
Y dos rosquillas.
Pasear por la playa.
O por la montaña.
O por cualquier lugar.
Solo.
Acompañado.
Bañarse.
No tengo bañera...
Ducharse.
Leer.
Romper papeles viejos.
Limpiar la casa.

Un rato para meditar.
Las posibilidades son inmensas.
Cualquier opción es buena.

24 de mayo de 2007

La vela se apaga


La cera se consume, lentamente. Algunas gotas caen hacia abajo ensanchando la base que la sustenta derecha y firme. La llama tiembla inquieta, como si previera el final que le espera. La mano que la encendió también temblaba. El pensamiento estaba fijo en aquella idea que quedó plasmada en el aire a través del fuego. Del fuego que quema. La mirada restó durante un largo rato viendo la danza ritual del amarillo y del azul. Y al marchar, parte de él mismo, de su alma, quedó moviéndose al mismo ritmo.


Pero ahora, después de horas y horas de ligero movimiento, la vela se apaga. ¿Se apagará con ella el deseo que llevó a aquella mano a encenderla?


Una mano, una nueva, enciende con la llama de la vela casi agotada otra, también nueva. La danza se inicia de nuevo. El deseo se mantiene vivo.

17 de mayo de 2007