Palabras que serán silencio

Busco nuevas palabras,
palabras que no sean repetidas,
palabras que expresen nuevas sensaciones.

Las busco pero no las hallo.
Regresan a mi memoria
aquellas que ya fueron pronunciadas,
aquellas que ya expresaron sentimientos
que forman parte del pasado,
que forman parte del camino,
que forman parte de la vida.
Palabras que sirven, sin duda alguna,
para describir lo que siento,
pero que temo sean incompletas,
que no estén a la altura,
que no hagan justicia.

Busco nuevas palabras
y mientras lo hago
me sumerjo en la magia de tú mirada,
en la inmensidad de tu sonrisa,
en la calidez de tus palabras,
en el frescor de ese aroma que desprendes
y que me hipnotiza,
me embriaga ,
me seduce,
me enloquece,
me transporta a un lugar que,
sin lugar a dudas,
debe ser el paraíso.

Busco nuevas palabras
que, de encontrarlas,
seguramente restarán en lo más íntimo de mi ser,
jamás serán pronunciadas,
jamás llegarán a tus oídos.

Busco nuevas palabras,
palabras que serán silencio.

Dulce mirada

Dulce mirada.
Mirada misteriosa.
Triste mirada.

Ojos que desprenden una dulce mirada.
Ojos que se abren al mundo
y a la vez se antojan misteriosos.
Ojos que en su profundidad reflejan pinceladas de tristeza.
¿Ojos quizás temerosos?

Temor que es causa de misterio.
Miedo que es razón de tristeza.

Misterio,
Temor.
Tristeza.

Miedo a estar solo.
Miedo a que la soledad sea la única compañía.
Miedo a sentirse bien en esa soledad.

Dulce mirada.
Mirada misteriosa.
Triste mirada.

Mirada solitaria.

¿Dónde estás?

¿Dónde estás?
¿Por qué no apareces?
¿Es qué acaso no sabes que necesito tú presencia?
Necesito esa brisa que te rodea
y que me hace sentir vivo.
Necesito beber del agua que emana de ti,
del agua que calma mi sed,
del agua que limpia mi espíritu.

¿Dónde estás?
No me dejes esperando,
aparece de nuevo,
muéstrate ante mí
que sólo tú brisa me hace libre,
que sólo tu presencia me llena de alegría.

¿Dónde estás?
Ven,
que aquí estoy ansioso
esperando tú llegada.

No dejéis de caminar

Vamos, un poco más. El esfuerzo valdrá la pena. Seguro que más allá encontraremos un tesoro, encontraremos quizás, un poco de agua.

Mamá, ¿qué sabor tiene el pan?

Sigamos adelante. No miremos atrás. El futuro pasa por ir siempre hacia allá.

¿Futuro? ¿Alguien puede regalarnos un poco de futuro?

Las piernas flaquean, la vista se nubla. Quizás es mejor sentarse y esperar a que ese futuro nos encuentre en lugar de ir nosotros en su búsqueda…

Vamos, no dejéis de caminar.