jueves, 26 de abril de 2007

Ha llegado el momento

Camino.
La senda es larga.
No se ve el final
pero sé que he de seguir caminando.
Las sandalias están desgastadas.
Las piedras se dejan sentir en los pies.
Los labios,
resecos por el viento,
anhelan unas gotas de agua.
La mochila,
aun ser ligera,
deja sentir su peso
en la espalda.
No importa.
Tú no importas.
Eres instrumento...

Paso a paso sigo adelante
intentando no desfallecer.
El espíritu sabe que
ha llegado el momento.
Las señales son evidentes.
Por eso camino.
Por la larga senda.
Sin ver el final.
No hay final.
No en ésta empresa:
llegas
y has de salir de nuevo.
Y caminar.
Caminar
para ser instrumento,
para ser voz.
Caminar.



5 de abril de 2007

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