Acaba uno, pero llega otro. Así que tranquilo, no te quedarás sin. Eso sí, esta vez no desaproveches la ocasión. Debes hacer todo el posible por conseguirlo. Luchar sin tregua. Buscar los recursos necesarios. No puedes permitir que se acabe otro sin llegar a la meta. ¡Tú puedes! ¡Seguro! Adelante pues. El mundo es tuyo, hoy, mañana, siempre. Sal decidido, con determinación, seguro de ti mismo. Sólo la plena confianza te llevará al final. Lo quieres, ¿verdad qué sí? Lo deseas, ¿cierto? ¡Hazlo pues!
Y si finalmente este también se termina y no lo has logrado, tranquilo, que llegará otro. Esta es la ventaja de ser humano: siempre puedes seguir soñando.
3 de enero de 2007
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