lunes, 12 de marzo de 2007

Hoy las gaviotas están tomando el sol sobre la arena de la playa desierta

Hoy las gaviotas están tomando el sol sobre la arena de la playa desierta. ¿Recuerdas cuando éramos nosotros los qué restábamos inmóviles encima de la arena ofreciendo nuestros cuerpos al sol? No había nadie más. Tú y yo. No teníamos nada y lo teníamos todo. Por unos instantes la playa era nuestra: la arena, el agua, el sol... y tú... y yo. Y si alguien osaba entrar en nuestro territorio pasaba totalmente desapercibido a los ojos, a los oídos, a cualquiera de los sentidos. Sin saberlo, en aquellos momentos sólo teníamos una cosa en el pensamiento: en mí, tú y en ti, yo. ¿Lo recuerdas? Quien nos lo hubiera dicho entonces. Mi mejor amigo... Tu mejor amigo... ¿Y recuerdas cuando fuimos conscientes? Fue como una película de terror, como si las gaviotas que compartían con nosotros la playa desierta se convirtieran de golpe en monstruos asesinos que querían destruirnos por tan grabe pecado. No hizo falta, ¿verdad? El miedo se encargó de alejarnos. Los prejuicios que nos rodeaban nos quitaron lo que teníamos: la arena, el agua, el sol... y tú... y yo.

28 de septiembre de 2006

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