lunes, 12 de marzo de 2007

También piña, verduras y un kilo de patatas

El timbre suena insistentemente. No quieres abrir. Todavía no. Olvida que está sonando... Lalalalalala.... ¡Ya abro! Entra como una exhalación. Va directo a la nevera. ¡Pero si la tienes vacía! Habla, habla, habla. No deja de hacerlo. Pero no sé que dice. Prefiero no saberlo. De las bolsas que trae en las manos saca leche, yogures, zumo... También piña, verduras y un kilo de patatas. Tal y como ha llegado, se marcha. Cierro de nuevo con llave y regresa el silencio añorado. No sé porque ha venido, todavía me quedaba una naranja y un plátano.

13 de diciembre de 2006

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