Ermita de La Pertusa (Valle de Àger, Lleida)
La naturaleza se funde con la mirada.
Los colores y la luz inundan hasta el último rincón,
incluida el alma de los ojos que observan.
Las piedras milenarias,
testigo del pasado que se hace presente,
recuerdan la espiritualidad,
a veces perdida,
a veces olvidada.
Los deseos emprenden el vuelo
y añoran una mirada,
mirada de compañía,
presencia anhelada,
mirada por compartir,
que haría de la visión
el verdadero paraíso.
13 de marzo de 2011
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