Mañana es el gran día:
el día del cambio,
el primero de una nueva vida.
Descansa tranquilo
pues la noche será larga.
Duerme y sueña
que el sueño esta vez
se hará realidad.
Pero los dioses,
¡malditos sean los dioses!
se alían y pactan en tú contra.
Y la noche se hace eterna:
el insomnio te ataca,
se lanza a tu cuello
y te ahoga, araña,
empuja en la oscuridad,
te hunde, se te clava,
te congela, te atrapa,
se apodera del alma,
te abandona en el desierto,
te condena al olvido,
de nuevo al olvido.
¿Dónde está ahora aquel sueño
que te hacía avanzar?
¿Dónde están las fuerzas,
aquel buen humor?
Proyecto, aventura...
se desvanece en la noche.
Lentamente,
pasa a paso,
gota a gota.
De nueva calle sin salida,
de nuevo fondo del pozo,
oscuridad, desesperanza...
¿Y el sueño deseado?
13 de octubre de 2011
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